domingo, 27 de febrero de 2011

CAPÍTULO 7: EL PRINCIPIO DEL COMIENZO

Una lluvia de excelentes críticas empaparon a Lars después de presentar "El Elemento del Crimen". No podía creer todo lo que le estaba pasando.

Hubo quien destacó la estética, que producía una profunda "angustia al espectador", ya que sólo aparecían ambientes oscuros, como si " todo estuviese sucio, como si sus personajes obviaran la incomodidad que eso produce y se cerrasen a los hechos". De hecho, "a ningún personaje parece impresionarle el desorden", y menos al protagonista, "Fisher".

También se dijo que había mucha "influencia alemana" en el filme, y en cuanto a las referencias cinéfilas, algunos citaron  "El Tercer Hombre", "La Jungla de Asfalto" o "Sed de Mal", aunque el propio Lars afirmó que ninguna sirvió para la realización de la película.

Pero la alegría de Lars se vio mermada, en cierto modo, por algunas duras críticas hacia su guión. Hubo quien señaló que abundaban los "diálogos incoherentes", al igual que "las ambigüedades formales, temporales y causales". A esto hay que añadirle los que opinaban que las "numerosas metáforas y simbolismos, llevaban a lo poético", y por tanto, restaban solidez al conjunto.

Sea como fuere, lo más importante no era que utilizara un plano contrapuesto, o que la fotografía fuera excelente; sino que suponía una gran aportación a su obra futura. Con este filme, Lars decidió empezar una trilogía acerca del continente en el que vivía, dando un enfoque innovador, arriesgado, suicida; pero con el que se ganaría un hueco entre los grandes cineastas de su generación. Y, aunque ni se lo imaginase, de la Historia.

1 comentario:

  1. No sabía que existía esa película, y me ha llamado el gusanillo de verla tras tu entrada. Sigue así (aunque tenga que leer las entradas más de una vez). Creo que es el blog más diferente de todos, y eso lo hace muy especial Mua

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