La locura de Bess había inspirado a Lars para crear a otro personaje de similares características. Con el Manifiesto Dogma pululando en el aire, nuestro protagonista había trazado a Karen, una mujer que, tras sufrir el dolor por la pérdida de su hijo, decide unirse a un grupo que se hace llamar a sí mismos “Los Idiotas”.
Sin embargo, Karen no supondría más que una transición hacia la mujer que marca el límite entre las distintas épocas del danés.
La historia que acogería a esa alma bondadosa tendría lugar en EEUU (hacia la que dirige la crítica más dura). La música sería un gran valor, y adquiriría tanto protagonismo como el personaje principal. El proceso de preparación sería lento, los contratiempos jugarían un papel destacado y el rodaje no estaría exento de fuertes discusiones.
Lo único que estaba claro es que éste personaje (al igual que los dos anteriores) constituían paradigmas del sufrimiento y la bondad, la representación de la podredumbre de una sociedad hipócrita, deshumanizada y materialista.
Un personaje crítico, desde luego. Un besazo
ResponderEliminar